Publico, de nuevo, uno de los interesantes textos escritos por Leire, una ex-alumna del hospital, de quince años. Gracias por tus aportaciones, Leire.
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Como un niño con un juguete o con una piruleta, así de inocentes somos cuando nos enamoramos, cuando perdemos toda cordura. Cuando a un niño pequeño le das lo que quiere los ojos se le iluminan y una sonrisa invade su rostro, así somos nosotros cuando vemos a la persona a la que tanto anhelamos pero cuando pasa por nuestro lado y pasa de largo sin ni siquiera mirarnos, la sensación que sentimos es muy diferente. Sentimos un vacio de que todo lo que queríamos pasa por nuestro lado y ni siquiera sabe que estamos o simplemente que existimos, nos sentimos igual que cuando al niño se le cae la piruleta o el juguete nuevo y se rompe en pedazos. La única diferencia entre ese jueguete o esa piruleta rota y el amor es que juguetes y piruletas se pueden comprar muchas pero amores no.
3 comentarios:
Hola Leire;
Me encanta cuando veo que hay un escrito tuyo, me gusta como te expresas. Me ha parecido muy bonito aquello de: "juguetes y piruletas se pueden comprar muchas, pero amores no" ¡Qué gran verdad!
Un saludo y espero seguir leyendo tus escritos.
Hitzak
"Así de inocentes somos", me sorprende tu forma de escribirlo,..., luego te acostumbras a agarrar su mano y la echas tanto de menos cuando no está que parezca que te falta algo, sus palabras, sus
notas ,...luego sus besos ...
Puede que con el tiempo la piruleta se valla gastando , al juguete le valla faltando alguna pequeña pieza, pero ...esa locura, esa inocencia es algo que no hubieras querido perderte por nada del mundo.
Mucha suerte Leire con tus relaciones
Hola Leire: yo pienso que NUNCA deberíamos dejar de amar. Pase lo que pase... siempre hay alguien en quien confiar, a quien querer.
Conocí hace un tiempo a una persona que decía: "No hay razón suficiente para dejar de amar". Y creo que tiene razón.
Y una canción de hace algunos años decía:..."pero es mejor querer y después perder... que nunca haber querido..."
¡Que nunca nos desanimen los sentimientos no correspondidos, que nunca, nunca... dejemos de querer a alguien!
Tan bonito es saber que nos quieren como demostrar a otros que los queremos, aunque a veces... no se den cuenta.
Leire, permíteme decirte que sin conocerte, ya te he cogido cariño y te quiero un montón. ¡Que nunca dejes de estar ahí!
Un abrazo y un beso. Mª Cruz
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