Publico aquí otro de los textos que escribe Leire ( 15 años), nuestra filósofa adolescente. Gracias, Leire.
Cuando estamos en una competición sólo hay dos salidas o se pierde o se gana, desde pequeños todo lo que nos enseñan a lo largo de la vida es que vivimos constantemente en una competición, una competición que tenemos que ganar. Cuando quedamos en el primer puesto hemos ganado pero si, por el contrario, quedamos segundos ya hemos perdido, nos enseñan eso continuamente porque se creen que de esa manera su competición se va a poner más interesante y no se dan cuenta de que si nos enseñan que si llegas primero es ganar y si llegar segundo es perder estamos fomentando una competición sucia.
Hola Leire. Yo no creo que la vida sea una competición. Creo que la vida es ir mejorando día a día nuestras aptitudes, nuestros conocimientos, nuestra forma de trabajar, ir desarrollando todas las posibilidades de mejorar... pero no una competición.
ResponderEliminarY si lo fuera... entendería la competición con nosotros mismos, es decir, ser hoy mejor que ayer, pero seguir mejorando mañana.
No es perder o ganar, es... mejorar y ser felices sin dañar a los demás.
Creo que es muy importante evolucionar y aprender de todo y de todos, pero sin ánimo de competir (no ganar ni perder), Simplemente... luchar y VIVIR.
Un abrazo. Mª Cruz
Hola Leire, Mª Cruz y los que vengan.
ResponderEliminarYo tampoco creo que la vida tenga que ser siempre competición.
Evolucionar, luchar y competir con uno mismo puede que esté bien, pero para otros es mejor todavía jugar y disfrutar de lo que sea, siempre que se pueda.
Ondo pasa.