Estoy en el hospital porque tengo un asma muy persistente y suelo venir a menudo. Llevaba mucho sin venir por aquí, y en cuanto me enteré de que Ana seguía en la escuela, me entraron unas ganas inmensas por aparecer y darle una sorpresa (porque estaba seguro de que para ella sería una sorpresa). Me quitaron el oxígeno y les pregunté a las enfermeras a ver si podía ir a la escuela, me dijeron que sí y fui muy contento.
Ana y yo empezamos a hablar y me dijo que seguía con el blog (es que yo ya había escrito algo para el blog). Yo le comenté que en mi pueblo se estaba haciendo un centro de hipoterapia y que yo ayudaba en todo lo que podía, me dijo que lo podía publicar en el blog y comencé a teclear en el ordenador.
El centro de hipoterapia era una antigua serrería que fracasó y un día nuestro alcalde tomó la decisión de hacer algo con caballos y mi madre le dijo que una alternativa era la terapia: una manera muy bonita de ayudar a otras personas.
Y algunos pensaréis:
-¿y en qué consiste eso de la hipoterapia…?
Pues consiste en que los alumnos se montan en el caballo y a través del movimiento y el calor que desprende el cuerpo del caballo los músculos del que monta se fortalecen y además es una sensación muy satisfactoria.
La gente que viene a hacer terapias son gente muy agradable y se hacen querer solo con sus miradas, que son tremendamente expresivas y cordiales.
Yo no tenía ningún tipo de experiencia con estos temas pero siempre he estado con caballos, siempre he tenido caballos y he estado en muchos centros ecuestres, pero como este no. Es un mundo muy bonito y os invito a todos a que os animéis a entrar en nuestro espacio equino que es maravilloso. Una forma de hacerlo es visitando nuestra página web: