Hola, me llamo Ainhoa, tengo 9 años y estoy en el hospital.
He escrito un diario que lo podéis ir leyendo. Espero que os guste
_Capítulo 0 Esto solo es el principio
Desde que me dolía la tripa y tenía fiebre, no paraba de dejar de pensar si pasaría ya o me tendría que quedar el resto de mi vida con fiebre, entonces intenté tranquilizarme y empecé a pensar que me tomaría la medicina, me empezaría a bajar la fiebre, el dolor de estómago y que todo volvería a ser tal y como era.
Normal, todo normal, yo, una niña de 9 años con el pelo digamos que medio rubio y medio castaño con una altura de 121cm, los ojos tirando al color de la miel (según mi madre porque yo no me los puedo ver y si me veis y no los tengo así, le echáis la culpa a mi madre).
¿Por dónde ibamos?.. ¡Ah! sí, por mi descripción!!! pues eso que todo iba normal, creía que todo volvería a la normalidad y bla, bla, bla... Pero no, no ocurrió así, francamente tuvo que ocurrir algo para que no ocurriera así.
Tenia 39,8 casi 40, entonces mi madre y mi padre me dijeron que nos teníamos que ir. Me vestí, me abrigué porque fuera hacia mucho frío y al salir de casa abrimos el garaje y nos metimos en el coche. Estaba temblando de frío, fiebre y miedo a la vez, todo a la vez. ¡Las tres cosas a la vez!, parece imposible pero eran las tres cosas a la vez.
Cuando llegamos a urgencias la doctora me estuvo mirando y después estuve un gran tiempo en la sala de espera haciendo de todo por no aburrirme: jugar al móvil, beber agua, ya que tenía que beber mucha para una muestra de pis, tumbarme, sentarme y, ¡como no!, dormirme. Me dormí y cuando fue mi turno eran todavía las 11:00, ni las 12:00 ni la1:00, tenían que ser las 11:00. La hora más temprana del mundo como para hacer cualquier cosa menos estar en urgencias. ¡Qué desastre de vida!, la hora que es: prontísimo, me dije a mí misma, entonces el miedo llegó cuando me dijeron que me tenían que sacar sangre.
_Capitulo 1: El pinchazo
Mi mayor pesadilla: !Sacar sangre!. Odio que me saquen sangre, en serio prefiero comer arroz negro antes de que me saquen sangre. Empecé a ponerme nerviosa, más de lo que se puede poner uno cuando le castigan sin «club penguin». Bueno, no me pongo a flipar que eso es mucho peor. Para cuando llegó la enfermera, ya casi sudaba como un delfín. Lloré, lloré, lloré y lloré pero no, la muy maja de la enfermera sacó la aguja y ¡ZAS! me tuvo que pinchar la muy tía de ella, entonces vino un celador, cogió mi camilla y me dijo que me tenía que cambiar de habitación. Cogieron mi camilla y me llevaron a una sala más agradable sin enfermeros pinchones que te dicen que no te van a hacer nada y luego te dan un pinchanzón de un elefante intentando hacer popó.
Me dormí y a la mañana siguiente estaba mejor pero con la mano vendada y un tubo pegado a un cachivache que sostenía 2 bolsas. Vino una auxiliar con una bandeja gris que parecía que tenía cosas por dentro, entonces pensé que era comida y lo adiviné. ¡Sí, comida!. Tenía hambre, quería comer, de verdad que tenía hambre, abrí la tapa y allí había una taza llena de leche con una bolsita de polvos de nesquik. (Prefiero Cola Cao),pero me tuve que comer el nesquik con galletas y mermelada... Yo quería GOLDEN GRAHANS. Aprendí que en el hospital la comida era de MAGGI como la de mi comedor.
Después de desayunar estuve jugando con el móvil: al pou, escuchar música, y sacando fotos y vídeos. Después de jugar con el móvil, estuve mirando por la ventana, sí ya sé que es un aburrimiento pero estuve mirando por la ventana. Después vino la enfermera con otra bandeja, era...no me acuerdo pero seguro que estaba malo. Después de comer eso que decían que era la comida, (pero no parecía comida, parecía otra cosa...) pues eso, después de comer la comida hice un nuevo vídeo con el móvil, había hecho mil, pero hice uno nuevo. Cogí a Cerdi el peluche que se ha ofrecido a hacerme compañía en el hospital y lo coloqué junto al signo ese de osakidetza que suelen poner en las camas para adornarlo...Lo cogí, lo puse al lado de ese signito y le saqué una foto, después otra y otra y otra y así todo el rato hasta cansarme.
_Capitulo 2 Experta en cámara
Por si no lo sabéis, a mí me encantan las fotos y los vídeos, sobre todo esos que tienen mucho color y el fondo es de un campo, o la playa, el bosque ya sabéis, de esas fotos que tienen un paisaje que no se puede
encontrar en cualquier lado, cuando y donde te de la gana, pues no, así no es, os pasaré a mi hermano MISTER POTATO aquí en el hospital para que os pueda decir que no tenéis ni idea de cámara y de vídeos. Es broma...¡¡¡¡!!!! ¡Cómo os iba a pasar yo a ese troglodito que aparece en ToySTORY! Además, mi hermano no se llama mister potato, se llama Ander.
Después vino mi abuelo Nino y mi padre se fue mientras mi abuelo cuidaba de mí. Estuvimos jugando a «quién es quién» y mi padre volvió mi abuelo se fue y vino otra auxiliar, ¡ahí va! con la pesada de la auxiliar, cada 2 por 3 que venía tenia que venir con la bandeja esa de la comida.
Abrí la bandeja y habían metido la gloria: sopa con filete y yogurth. Una de las mejores comidas que puede haber en el mundo. Me refiero a la sopa claro, mi comida favorita, luego ya de segundo me encantan las croquetas y de postre me encanta el helado, ¿a quien no le gusta el helado? Pues a quien va ser, a mi padre que se pasa el día comiendo verduritas y fruta. Se pasa el día a régimen, vamos porque yo no me quedo un día entero comiendo verduritas y fruta, ni loca. ¿Quién se cree que por encerrarme en una sala sola con verduritas y fruta me la voy a comer? !eh!, ¿quién se cree eso?.