Yo me llamo David, tengo once años y soy diabético.Me descubrieron la diabetes hace muy pocos días en una farmacia cuando me pincharon el dedo y la gota la metieron en una máquina y dio 350 de azúcar en la sangre.Yo me asusté cuando vi a mis padres con cara de soprendidos y preocupados,me llevaron a urgencias y me lo volvieron a comprobar dio 307 de azúcar en la sangre y me ingresaron.Todavía estoy ingresado en el hospital pero mañana me dan el alta y me voy a mi casa.
Ya me voy acostumbrando a los pinchazos y a la insulina. Ahora me están controlando todo pero ya me he acostumbrado. Mi estancia en el hospital ha sido muy agradable por lo bien que me han tratado todos los médicos, enfermeras y auxiliares.La comida ha sido buena la mayoría de las cosas y como toda mi famila ha venido a visitarme, como mis amigos también han venido y han llamado, me he sentido como en mi casa.
En el hospital también hay escuela, ahí podemos hacer los deberes con ayuda de la profesora y también puedes trabajar con los ordenadores. La profesora me dijo que antes de hacer algo con lo que esté nervioso, que cierre los ojos me relaje y respire profundamente 3 veces y hoy antes de sacarme sangre lo he hecho y me he quedado mejor.
A todos los niños y niñas que tengan diabetes les quiero dar muchos ánimos y decirles que seguro que pronto invetarán una cura para que no nos pinchemos.
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