¿QUIÉN ES UNA ENFERMERA?
Entrevista realizada a Lucía,
una enfermera de la planta de pediatría del HUA, sede Txagorritxu.
Con el deseo de saber más cosas sobre el hospital y las
personas que trabajan en él, Lorena, Ibai y Estefanía, han preparado una serie
de preguntas para ampliar sus conocimientos acerca del mundo de la enfermería.
Agradecemos a Lucía su buena
disposición a ser entrevistada.
He aquí la entrevista:
Lorena: Para que todos te conozcamos, tú ¿quién eres?
Lucía: Me llamo Lucía y soy enfermera.
Trabajo en la primera planta del hospital de Txagorritxu, en pediatría, que es
donde cuidamos a todos los niños que están malitos.
Lorena: ¿Te gusta tu trabajo?
Lucía: Me encanta mi trabajo. Yo quería ser
enfermera desde que era bien pequeña, siempre iba a visitar a la gente a los
hospitales o a ver a los niños que estaban en el nido y también a ver a los
enfermos...siempre me ha gustado.
Lorena: ¿Te mareaste la primera vez que viste
sangre?
Lucía: No, la primera vez que vi la sangre
no, pero la primera vez que fui a un quirófano sí me mareé.
Lorena: ¿Qué es lo que más te gusta de tu
trabajo?
Lucía: Lo que más, lo que más...pues
hablar con la gente es lo que más me gusta. Me gusta hacer de todo, pero lo que
más me gusta es hacerme amiga de la gente que está ingresada.
Lorena: ¿Y lo que menos?
Lucía: Cuando tienes que enfrentarte a
situaciones de mucho sufrimiento.
Lorena: ¿Qué te gusta más: cuidar a los
niños, a los ancianos o a los jóvenes?
Lucía: Me gusta cuidar a todo el mundo, lo
que pasa es que los niños son muy majos y muy agradecidos, entonces, el
ambiente es más agradable con niños, pero me gusta cuidar a todos.
Lorena: ¿Tuviste que estudiar mucho para ser
enfermera?
Lucía: Pues un poco sí, bastante, bastante.
Yo estudié en Bilbao, en la escuela de Lejona, tuve que estudiar tres años y es
duro porque tienes que hacer dos cosas, estudiar y hacer prácticas. Tienes que
pasar muchas horas en el hospital para aprender a hacer las cosas, porque el
trabajo de enfermera no sólo se aprende en los libros, sino también haciendo
cosas técnicas, como pinchar, administrar la medicación, tomar la tensión, es
decir, cosas que se aprenden si se hacen, por eso hay que hacer muchas
prácticas.
Lorena:Si tus hijos se ponen enfermos, ¿dónde los curas, aquí o
en casa?.
Lucía: Los curo en mi casa, aunque sé que
eso no está del todo bien, sólo los llevo al hospital o al médico cuando están
muy malitos. Generalmente los cuido en casa, los cuido bien, ¿eh?.
Lorena: ¿Te gustaba de pequeña jugar a
médicos?
Lucía: Sí, a médicos, a enfermeras a mamás y a papás.
Lorena: Si no fueras enfermera, ¿qué te
gustaría ser?
Lucía: Pues pocas cosas.
Lorena: ¿Cómo qué?
Lucía: Pues es que no me veo más que de
enfermera.
Lorena: ¿Por qué quisiste ser enfermera?
Lucía: Pues no lo sé, Lorena, no sabría
decirte por qué. Desde siempre me ha gustado. Luego, a medida que voy
trabajando, cada día me gusta más. Porque es muy gratificante, ¿sabes?, te
sientes muy útil.
Lorena: En tu familia, ¿hay alguna otra
enfermera o médico?
Lucía: No, nadie, ni quieren saber nada de
eso. Se marean con la sangre, se ponen malos cuando entran a un hospital, ni mi
marido ni mis hijos quieren saber nada de este asunto.
Lorena: ¿Te gustaría que tus hijos fueran
enfermeros?
Lucía: Sí, bueno, que sean lo que ellos
quieran, pero sí que me gustaría, aunque es un trabajo muy duro, porque
trabajas muchas horas, trabajas los días de fiesta, trabajas por la noche,
cuando todo el mundo está durmiendo...
Ibai: ¿Quiénes son mejores pacientes, los
pequeños o los mayores?
Lucía: Pues la verdad es que los pequeños
son mejores pacientes de lo que la gente se cree. Hombre, si son muy, muy
pequeños, no son tan buenos pacientes. Los mejores pacientes son los escolares,
los de vuestra edad.
Ibai: ¿Preferirías trabajar siempre en la
misma planta? ¿Por qué?
Lucía: No, me gusta cambiar porque siempre
ves cosas nuevas, aprendes cosas diferentes, si no, llega un momento en que te
aburres un poco de lo que haces y como, además, en esta profesión tienes
oportunidad de cambiar, pues lo tenemos más fácil.
Ibai: ¿Preferirías trabajar en otro lugar?
Lucía: No, el hospital es lo que más me
gusta.
Ibai: ¿Es divertido ser enfermera?
Lucía: Bueno, a veces es divertido pero más
que divertido es bonito cuando ves que la gente se cura y cuando ves que estás
haciendo algo por alguien, entonces sí que es agradable.
Ibai: ¿Nos puedes contar alguna anécdota de
tu trabajo?
Lucía: Bueno, la verdad es que ahora no se
me ocurre nada, déjame pensar...mira sí, una anécdota interesante sería lo que
estamos haciendo ahora, nunca pensé que podría ser entrevistada por alumnos de
pediatría.
Estefanía: ¿Trabajas mucho?
Lucía: Trabajo lo menos posible (risas).
Estefanía: ¿Curas a los niños?
Lucía: Les cuido, les cuido.
Estefanía: ¿Pinchas a los niños?
Lucía: Sí, a veces tenemos que hacer cosas
que no nos agradan pero que sabemos que son por su bien.
Lorena: A mí ya me pinchaste.
Lucía: Sí, pero si cuando os pinchamos
estáis tranquilos y no os movéis, no duele tanto, pero a veces los niños os
asustáis.
Bueno chicos, ahora pregunto yo:
¿Cuál es vuestra experiencia en el
hospital? ¿Habéis estado contentos?
Lorena: Sí, demasiado. Ahora me gustaría que
me ingresarais otra vez. Me habéis cuidado muy bien y habéis sido muy buenas
conmigo, aunque algunas se “cachondeaban” conmigo. Mis médicos también han sido
muy buenos.
Ibai y Estefanía están de acuerdo con Lorena.